"La inspiración es como una mariposita ciega y sorda, pero muy luminosa"

lunes, 25 de mayo de 2009

Back home!!

Me encanta encontrarme en casa lo que espero. Nunca espero de Zaragoza emociones trepidantes o conocer a personajes especiales que afloran con la caída del sol y con la ayuda del alcohol. Zaragoza me gusta porque siempre que voy me lo paso bien, como no me pasa en ninguna otra ciudad. Será que sus calles no tienen ya ningún misterio para mí y que pasear por ellas es como caminar por los pasillos de mi casa, sin que ninguna cara me resulte extraña, sin que ningún olor me cause desasosiego.
Un finde movidito el que acaba de pasar y estoy agotada tras haberme despertado a las 5 para coger el primer vuelo y llegar al curro, pero son de esos cansancios felices y serenos, que aunque te dices a tí misma que no se van a repetir porque no compensan, sabes que compensan (y mucho) y que se repertirán muchas más veces!!!

(foto tomada en el Trujas con gafas de un desconocido de la mesa de al lado)

Gracias a todos los que este finde de alguna u otra manera me han cedido su tiempo para poder comprobar que a la gente especial no le afecta la distancia. Mille merci!!

lunes, 11 de mayo de 2009

Familia, guaysis y noches relocas!!

Semanas sin contar cosillas de mi aventura parisina y no es precisamente porque no hayan ocurrido. La verdad que abril estuvo repleto de visitas. Primero vino la trouppé española Martínez-García y la germana Liebs tous ensemble!! Días de turismo salvaje, sin un segundo para el descanso y cenando en resto que no volveré a pisar hasta que no vuelvan... así que VOLVED!!!
El pequeñuelo por excelencia se quedo una semana en la que Nelly nos dejó de okupas-rodriguez en la cajita de cerillas montmartrina y aprovechamos la tregua de Lorenzo para patear París como se merece, hacer cenitas hispanoargentinas con delicatessen patrias (que me trajo mamá en una maleta llena de comida, uhm!!!) y neorrealismo italiano en la filmoteca.
Un fin de semana de descanso (si se puede llamar descanso a salir a bailar con las relocas porteñas que tiene Agus por amigas) y llegaron las guaysis.
De repente empezaron a sonar charangas en el bohemio (de acordeón) Montmartre, las flechas de oro cerraron sus arcos, los barcos se convirtieron en bares y ver el derbi con los protos franceses se hizo lo más normal del mundo. Como si eso fuera lo que pasa siempre. España en París como con un toque de varita mágica. Mejor que lo inmejorable que imaginaba!!!