los ¡hasta luego! en París

Es imposible que hoy esto no verse sobre tí, sobre los besos y las caricias que me has regalado esta increíble semana, sobre las horas y horas de conversaciones en las que hemos dibujado el horizonte que se abre ante nuestros ojos en poco más de un mes, sobre las no-birras y los no-puchos que nos hemos tomado y fumado este finde, sobre los capítulos de GG y QVMT que nos hemos contagiado el uno al otro, cual faringitis (bueno, eso también) y sobre las no-fotos de tu última visita a París de este año.

Sin embargo entre tanta no-foto que hicimos, recordamos las sí-fotos que tenemos en nuestro haber con nuestras camisetas más molonas!!!

Aunque no nos hagan justicia, pues no muestra nuestra increíble belleza (...), me parecen relindas, no crees??

Allí donde solíamos gritar...

La gente entra y sale de nuestra vida, pero muchas veces algo que está fuera de nuestro control (o no) trae recuerdos olvidados a nuestra mente y los sentimientos fluyen sin orden ni control.

Sufriendo en propias carnes el cambio climático...

¿Es normal que en pleno junio durante tres días enteros no pare de llover?

En mi opinión, pas du tout!!! Pero eso es lo que está pasando en esta bonita ciudad en la que me hallo.

Esto nos lleva a situaciones-me-río-por-no-llorar como la del sábado. A las 3.30 por las calles de París montada en bicicleta con la lluvia en la cara (borrad de la mente cualquier ápice de situación bucólica) entre los coches de París (que conducen como quieres), cruzando Place de la Republique por la mitad, sin hacer la rotonda y gracias que no nos hicieron (que no creo que existan para ciclistas ocasionales!!) test de alcoholemia!!

¿Todo para qué? pues para ir a O'Sullivans, nuestro Central Perk particular, donde el Stephane pincha de vez en cuando a Manolo Escobar, pensando que nos gusta escuchar el "Qué viva España!" (aunque seamos una mezcla de españoles, argentinos y franceses).

Sin embargo, ya estaba cerrado!!! Así empapados como ... (alguien que está muy empapado), nos fuimos a emborrachar un poco más en esta ciudad donde parece que la lluvia no quiere dar una tregua a los modelazos de verano que esperan ansiosos en el armario.

(Foto hecha por Óscar, en la casa de Óscar, ... no hace falta que os diga quien es Óscar, ¿no?)

Matador y el cine en Francia

Ciclo de cine de Almodóvar en la Cinemathèque du Quartier Latin. A las cuatro de la tarde de un lunes festivo, la sala de esta especie de pequeño cine estudio está a reventar. La mayoría son jubilados y Alberto y yo rebajamos de manera drástica la media de edad. A la salida, una fila inmensa para ver La Aurora de Murnao (una pelicula en blanco y negro y muda!!). Andamos un poco más allá y en la misma calle otro cine celebra el sábado la noche Almodóvar: desde medianoche se proyectan tres pelis del manchego y se terminan con un desayuno.
Alberto flipó y yo, aunque inicialmente mostré menos asombro, lo pienso y es verdad. En Francia se quiere al cine.